La
Independencia del Perú y América se desarrolló por intereses económicos y
políticos. En el primer caso, debido a la expansión del capitalismo inglés (primera
Revolución Industrial) que buscaba nuevos mercados para expandir sus capitales
en América, sumando el desarrollo económico del sector criollo de comerciantes
periféricos (caso Valparaíso, Buenos Aires, Caracas) que, impulsado por las
Reformas Borbónicas (libre mercado) buscan expandir su economía. En lo
político, se tuvo la necesidad de liquidar el bastión español en América del
Sur, tomando el control político del continente los propios criollos y poder
dar paso al ingreso de capitales ingleses hacia América. Para lograr tal
objetivo se requirió el concurso de las dos corrientes libertadoras
sudamericanas: la del sur, dirigida por el argentino José de San Martín, y la
del norte, dirigida por el venezolano Simón Bolívar.
La Corriente Libertadora del Sur,
liderada por José de San Martín y Matorras, fue una exitosa expedición militar
que logró la independencia de Argentina, Chile y finalmente del Perú. En ese momento,
las Provincias Unidas de Río de la Plata se enfrentaban a la amenaza de
poderosos ejércitos españoles en el Alto Perú y en la Capitanía General de
Chile, lo que ponía en peligro su estabilidad y soberanía. San Martín, quien se
unió al ejércitoargentino en 1812, desempeñó un papel crucial en la
consolidación de la independencia de Argentina. Fue el impulsor del Congreso de
Tucumán en 1816, donde se proclamó la independencia del país después de la
victoria en la batalla de San Lorenzo. Los patriotas argentinos consideraban
que la independencia de América estaba en riesgo mientras los realistas
españoles permanecieran en el continente. Por lo tanto, encomendaron a San
Martín la tarea de organizar una nueva expedición libertadora hacia el Perú.
El plan de San Martín consistía en
atravesar los Andes hacia Chile, liberarlo y luego ingresar al Perú por mar.
EL CRUCE DE LOS ANDES Y LA INDEPENDENCIA DE
CHILE
En diciembre de 1816, San Martín organizó el Ejército de los
Andes en la ciudad de Mendoza, con el objetivo de liberar Chile y luego avanzar
hacia el Perú. El cruce de esta imponente cordillera representaba un desafío
sin precedentes. San Martín y su ejército de 5.200 hombres, compuesto por
soldados de infantería, caballería y artillería, enfrentaron condiciones
climáticas adversas, terrenos escarpados y la escasez de suministros. A través
de una meticulosa planificación y una estrategia audaz, San Martín logró
superar estos obstáculos. Con valentía y determinación, sus hombres marcharon a
través de pasos montañosos peligrosos, como el Paso de los Patos
y el Paso de Uspallata. La disciplina y la resistencia de las tropas fueron
fundamentales para el éxito de la expedición.Finalmente, después de arduas
semanas de travesía, el Ejército de los Andes emergió victorioso en Chile. Esta
audaz maniobra militar cambió el curso de la guerra de independencia, al
liberar Chile y sentar las bases para futuras campañas libertadoras en el Perú.
El ejército liderado por José de San Martín llevó a cabo el
cruce de la cordillera de los Andes a través de los pasos de Uspallata y los
Patos, dividiéndose en dos columnas. Después de superar los desafíos del
terreno montañoso, ambas fuerzas se unieron en el valle de Aconcagua y
continuaron su avance hacia el objetivo de enfrentar a los realistas en
Chacabuco, donde el 12 de febrero de 1817 obtuvieron una victoria resonante.
Tras esta importante victoria, en Santiago se proclamó la independencia de
Chile en 1818, durante un cabildo abierto. Aunque San Martín fue
proclamadoDirector General, no aceptó el cargo y en su lugar fue elegido el
patriota chileno Bernardo O'Higgins. A pesar de un revés sufrido en la batalla
de Cancha Rayada el 19 de marzo de 1818, los patriotas lograron un triunfo
decisivo en la batalla de Maipú el 5 de abril del mismo año. Este triunfo
consolidó la independencia de Chile y significó un paso significativo hacia la
liberación de América del Sur. El cruce de los Andes y las batallas
subsiguientes son hitos históricos que destacan la valentía, la estrategia
militar y la determinación de los patriotas sudamericanos en su lucha por la independencia
y la emancipación del dominio español.
SAN MARTIN EN EL PERÚ
Después de lograr la independencia de Chile, José de San Martín se enfocó
en su siguiente objetivo: liberar al Perú y establecer el dominio en el
Pacífico. Para llevar a cabo esta misión, confió en el almirante Thomas
Cochrane, a quien encomendó dos expediciones a las costas peruanas. La primera
misión de Cochrane consistió en desembarcar espías y llevar a cabo propaganda
independentista. Además, debía estudiar lugares estratégicos para futuros desembarcos
y establecimiento de bases militares, así como evaluar la fuerza militar
enemiga y destruir puntos clave que pudieran debilitar al poder español en la
región. La campaña liderada por Cochrane fue un éxito. Localizó los puntos de
apoyo y bloqueó el puerto del Callao durante dos días, lo que afectó las
operaciones de la flota española. Además, bombardeó el astillero de Guayaquil y
proclamó la independencia en Supe, consolidando así el avance de la causa
independentista en la región. Tras cumplir con estos objetivos, Cochrane
regresó a Chile para informar a San Martín sobre los logros obtenidos. Estas
acciones estratégicas contribuyeron al debilitamiento del poder español en la
región y allanaron el camino para la futura campaña libertadora en el Perú, que
culminaría con la independencia de esta nación sudamericana.
Después de partir de
Valparaíso, Chile, el ejército libertador liderado por San Martín llegó a
Paracas el 8 de septiembre de 1820. San Martín estableció su Cuartel General en
Pisco y envió a Arenales a la sierra central del Perú. El virrey Joaquín de la
Pezuela, sorprendido por la llegada de San Martín, propuso una negociación en
la Conferencia de Miraflores en septiembre de 1820. Sin embargo, no se llegó a
ningún acuerdo, ya que San Martín exigía el reconocimiento de la independencia
de América, mientras que Pezuela solo ofrecía aceptar una Constitución liberal.
Por otro lado el general argentino envío una expedición comandada por Juan
Antonio Álvarez de Arenales, formada por 1200 hombres y con recursos limitados,
tenía como objetivos sublevar a los pueblos, buscar su colaboración y cercar al
virrey en Lima. La expedición fue exitosa, sometiendo a Ica, proclamando la
independencia de Huamanga (Ayacucho), ocupando militarmente Huanta, Huancayo, Jauja y Tarma, y finalmente derrotando a las fuerzas realistas lideradas
por O'Relly en Cerro de Pasco. La expedición se unió al ejército de San Martín
en Huaura.
HECHOS FAVORABLES A LA CAUSA
PATRIOTA
Tras dejar Pisco, San Martín se dirigió al norte y desembarcó
en Huacho en octubre de 1820, estableciendo su Cuartel General en Huauraen
noviembre de 1820. Durante esta etapa, se sucedieron una serie de hechos favorables
a la causa patriota. En primer lugar, la captura de la fragata Esmeralda y la
adhesión del batallón Numancia al bando patriota fortalecieron la posición de
San Martín. Además, el norte del Perú proclamó la independencia en ciudades
como Lambayeque, Trujillo el 29 de diciembre de 1820 y Piura. Los guerrilleros peruanos,
conocidos como montoneros, brindaron una valiosa colaboración en la lucha
independentista. En ese contexto, José de la Serna reemplazó a Joaquín de la
Pezuela como virrey, pero esto no debilitó el avance de la causa patriota. La
Conferencia de Punchauca, el 2 dejunio de 1821, no logró llegar a un acuerdo debido
a las diferencias en las propuestas. San Martín proponía la formación de una
monarquía peruana con un gobernante de la Casa de Borbón, y mientras se
consultaba esta opción, él o La Serna deberían presidir un gobierno regente.
Ante la crítica situación en la capital, con escasez de alimentos, epidemias y
el temor a revueltas indígenas y de esclavos, el virrey La Serna decidió
abandonar Lima. Este hecho marcó un importante avance para la causa
independentista, ya que la capital quedó bajo el control de San Martín.
PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA
El sábado 28 de julio de 1821, siguiendo los
protocolos virreinales, José de San Martín lideró una majestuosa procesión en
la ciudad de Lima para proclamar la independencia del Perú. Acompañado por un
distinguido séquito, el desfile contó con la presencia de autoridades
universitarias, miembros del clero, jefes militares patriotas, nobles y
caballeros de órdenes de caballería. San Martín, flanqueado por importantes
figuras como el conde de San Isidro y el marqués de Montemira, quien sostenía
la flamante bandera diseñada por el libertador, pronunció las históricas
palabras: "Desde
este momento el Perú es libre e independiente, por la voluntad general de los
pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende". ¡Viva la patria!
¡Viva la libertad!, ¡Viva la independencia! Las proclamaciones se realizaron en la Plaza Mayor de Lima, donde se
congregaron más de 16,000 personas, y se repitieron en otros lugares emblemáticos.
Tras las ceremonias, el pueblo entonó la canción patriótica "La
chicha". San Martín y su séquito regresaron al palacio de los virreyes,
donde recibieron a Thomas Cochrane, quien acababa de llegar al Callao. Las
celebraciones continuaron con una corrida de toros en la Plaza de Acho y una
recepción en el palacio municipal. El testimonio de Tomás Guido, amigo de San
Martín, describe el ambiente festivo y emocionante de ese día histórico,
resaltando la importancia de ver la bandera de la libertad ondeando en la
ciudad más importante de América. Las festividades continuaron con bailes y
reuniones, mientras se reflexionaba sobre los logros alcanzados y los desafíos
que aún quedaban por delante. Este acto de proclamación marcó un hito
significativo en la lucha por la independencia del Perú, consolidando el sueño
de libertad y despertando un sentimiento de orgullo y patriotismo en el corazón
de los peruanos. Posteriormente después del gobierno del protectorado en 1822
San Martín renuncia a sus cargos y abandona Perú, cediendo el liderazgo a Simón
Bolívar.